lunes, 20 de agosto de 2012

Crónica de una cadenus interruptus. Artículo de Thaelman Urgelles

Thaelman Urgelles

En Twitter: @TUrgelles

informe21.com

¡Uhhh… Ahhh… Contrato Ya…! Con este coro atronador los obreros de Sidor respondían a las engañosas ofertas de El Saliente, en la asamblea transmitida esta noche por cadena nacional, la cual tuvo que ser ostensiblemente interrumpida en medio de una confusa situación.

Desde el comienzo se notó una creciente tensión en el presidente saliente, quien trataba de mantener la serenidad para controlar la insatisfacción que bramaba en las tribunas repletas de obreros. En varias ocasiones logró su cometido, pero muy pronto sus afirmaciones sobre la situación de la empresa y anuncios de nuevos planes fantasmagóricos eran ruidosamente desmentidas por las barras obreras.

“En realidad no escucho bien lo que dicen, la acústica es mala…”, simulaba el cuestionado expositor. Interrogó a sus ministros, dio un pase al estado Anzoátegui y al regreso la actitud obrera se encontraba más caldeada. Entonces apeló a su “autoridad” y trató de “pecherear” a los protestatarios; alcanzó a decirles algo así como: “ustedes no le protestan así a la burguesía y en cambio le protestan a la revolución… Luego se puso a hablar de unas botellas, mientras gritos de “¡Justicia, Chávez… Justicia…!” se escuchaban más cercanos del presidium desde donde hablaba. Se le fue el audio, Nicolás Maduro se eyectó de su asiento en el presidium y dos edecanes presidenciales pasaron espantados por detrás. Al parecer, algunos obreros bajaron de las gradas adonde habían sido colocados y sus cánticos de justicia se aproximaban a El Saliente.

La imagen fue interrumpida y pasó hacia una cascada de agua, supuestamente de la central hidroeléctrica donde se realizaba el acto. Minutos más tarde, VTV pasó una extraña imagen muy contrapicada de El Saliente, solo y con un bebé en los brazos, mientras el periodista decía que “luego del acto, el presidente departió cordialmente con unas dos mil personas que allí se encontraban”. Mas en ningún momento la cámara mostró a esas dos mil personas, en realidad la única persona que con él departía era el bebé en sus brazos.

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