sábado, 23 de junio de 2012

Ojos que no ven... voto que se pierde. Artículo de Alfredo Yánez Mondragón

ALFREDO YÁNEZ MONDRAGÓN

En Twitter: @incisos

eluniversal.com

La euforia, las emociones, las esperanzas, la ilusión... Toda esa verdad que se vierte día a día en las multitudinarias manifestaciones de apoyo a la candidatura de Henrique Capriles Radonski se podría desvanecer durante la jornada electoral del próximo 7 de octubre si en cada mesa, de cada centro electoral, de cada circuito, de cada estado del país no hay suficientes testigos para advertir, corregir o denunciar, cualquier posibilidad de irregularidad.

Las voces que se alzan en contra del ventajismo, del terrorismo psicológico, de los desajustes en el registro electoral, de las migraciones, de la multiplicidad de cedulaciones, de las cédulas secuenciales en grupos familiares, de nombres inverosímiles o de votantes longevos dignos de libro Guinness de los records bajan un poco el tono cuando reconocen que si se completa el rompecabezas de los testigos electorales; todo lo anterior pierde su nefasta eficacia.

El camino de la democracia tiene un único protagonista; el ciudadano; y es éste el que cuenta con las facultades para ejercer ese papel en una fecha crucial para el destino del país. Los partidos políticos, como organizaciones de la sociedad civil, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática, otros movimientos ciudadanos como Súmate o Voto Joven; y muy probablemente otros más ganados a la idea de la participación se están preparando para cumplir con ese papel.

Pero siempre harán falta más.

En un proceso como el que vamos a vivir los venezolanos; viciado de prejuicios -muy justificados todos- es imperativo que cada uno entienda que no puede ejercerse la ciudadanía solo desde la denuncia, solo desde la comodidad del comentario, solo desde la resignación del "que pase lo que tenga que pasar".

Los técnicos electorales han dicho que existen garantías, y los voceros políticos han dicho que existen más de catorce mil grupos de testigos para atender las cerca de 40 mil mesas electorales en todo el país. Sin embargo, es imperativo que se haga una campaña amplia de motivación para los testigos de mesa.

Serán los testigos los que velen por que se cumpla el secreto del voto, porque se cumpla la máxima de que por cada elector haya un solo voto, y también para vigilar que a nadie se le ocurra usurpar la vacante de aquel que haya decidido no acudir el día de la elección.

Antes de que cualquiera cante fraude o tema por los silencios de otros; sería bueno que revise en su agenda y en sus compromisos si tiene tiempo, voluntad y disposición para presentarse como testigo; porque lo único que está demostrado en los procesos electorales recientes, es que ojos que no ven... voto que se pierde.

incisos@hotmail.com

@incisos

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