Algunas empresas creen resolver el problema, erróneamente, aumentando la muestra
HONORIO RODRÍGUEZ MOLINA
eluniversal.com
Desde la perspectiva científica de la ciencia política, una técnica confiable para conocer la opinión pública que los ciudadanos, como colectivo, poseen sobre un tema de interés social, consiste en la aplicación de cuestionarios a una parte (muestra) de la ciudadanía, llamada comúnmente encuesta.
En estadística, se han desarrollado modelos de muestreo para seleccionar una muestra representativa de la población con altos niveles de confianza y precisión, previamente establecidos para garantizar resultados válidos.
Para la aplicación del cuestionario, se utiliza personal especializado en todos los niveles: recolección, supervisión, control de calidad y procesamiento.
En la recolección de los datos se aborda a la persona seleccionada para ser entrevistada cara a cara, a fin de aplicarle el cuestionario, algunas lo rechazan de antemano, sin embargo ese es un dato válido y se debe llenar cada una de las preguntas del cuestionario con la respuesta no contesta (NC) y continuar con las demás personas elegidas, hasta alcanzar el número de encuestas establecido, siguiendo luego de manera rigurosa: la supervisión, el control de calidad y el procesamiento.
Por las características del Gobierno, en el momento de la investigación, se han dado casos en que el número de personas seleccionadas que han rechazado de antemano, responder el cuestionario, es elevado por lo que al analizar la información obtenida, observamos que algo anda mal, conduciendo a un análisis más profundo a fin de detectar lo que está sucediendo.
Al no profundizar en el análisis, algunas empresas especializadas en el área creen resolver este problema, erróneamente, aumentando la muestra "sobremuestreo", sin embargo el caso es el mismo, por lo que recurren a la ya práctica común de indicar a sus encuestadores que al ser rechazados de antemano, busquen otra persona con similares características y le apliquen el cuestionario, estrategia que en el caso de Chile con Pinochet y Nicaragua con Daniel Ortega (en su primer gobierno) produjo resultados que no atinaron, como fue confirmado posteriormente.
Analista político en opinión pública por encuestas
jesusrodmol@gmail.com
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