El objetivo se cumplió en términos de que la oposición vaya a primarias con menos respaldo
LUIS VICENTE LEÓN
En Twitter: @luisvicenteleon
Chávez arrancó su campaña desde finales del año pasado. Cualquiera pensaría que juega adelantado, considerando el peligro de desgaste que esto representa. Pero en su caso, existen razones suficientes para estimularlo a realizar este movimiento. Primero que todo, los meses previos el Presidente se había mantenido con una baja exposición pública debido a la enfermedad que le aqueja. La oposición, en cambio, logró colocarse varias veces en el centro del debate con el lanzamiento de sus precandidatos a primarias, retiros y alianzas políticas y sendas oportunidades inéditas de hablar a todo el país desde tribunas que llamaron "debates" aunque en realidad fueran presentaciones conjuntas de ideas y propuestas, quizás un tanto generales, pero interesantes para mostrar, especialmente a los independientes, que existen opciones alternativas al chavismo y que vale la pena voltear a ver.
En una situación como esta, que había permitido a la oposición consolidar un respaldo popular cercano a la mitad del país, el hito que debía definir la salida al ruedo del Presidente no era entonces la lejana elección presidencial sino las cercanas primarias de su adversario. Está claro que por encima de cualquier posibilidad de desgaste de mensajes está el riesgo de dejar a la oposición una autopista libre. Chávez no podía dejar que la oposición llegara con niveles sólidos de aceptación a esas primarias, porque este evento tiende a fortalecerla a futuro, lo que obliga a Chávez a anticiparse y utilizar su carisma y recursos para construir la barrera en ese camino, relanzarse para inundar la escena política y reponer su popularidad perdida antes de que las primarias apuntalen a su adversario y lo conviertan en un peligro mayor.
¿Fue exitoso Chávez en esta jugada?
Sin duda que sí. Su popularidad subió estadísticamente por encima del 50%, rompiendo al equilibrio de fuerzas que se había mantenido por varios meses en el pasado. Las razones de esa recuperación son evidentes: Chávez regresó, copó la escena, construyó la matriz de opinión de que se está recuperando y disparó el verdadero misil que le acompaña desde hace varios años: plata a la calle a través de políticas sociales, muy populares, que matan dos pájaros de un solo tiro: recuperar el bolsillo en una población consumista y generar expectativas positivas en la población más manipulable.
Pueden ustedes dar miles de argumentos racionales por los cuales la población no debería volver a responder positivamente a esos estímulos harto conocidos. Se puede escribir tratados de cómo la gente, después de haber sido engañada varias veces, debería poder detectar una oferta engañosa. El problema es que la popularidad, igual que el amor, no es un asunto de racionalidades... y mucho menos cuando los involucrados están sedientos de atención.
¿Esto quiere decir que Chávez va ganar la elección presidencial?
No necesariamente (aquí es donde se alborotan los radicales linealpensantes). Estamos hablando de una foto de hoy, la cual puede aclararse o ponerse borrosa en los próximos 10 meses. Lo segundo, es que esta foto se toma sin que el galán alternativo de la novela haya sido seleccionado aún. Chávez arropó en efecto la escena, pero las primarias están a la vuelta de la esquina y la audiencia volteará de nuevo a mirarla, lo cual tendrá impactos aún no medidos. El objetivo de Chávez se cumplió en términos de que la oposición vaya a primarias con menos respaldo del que tenía hace unos meses, pero no podrá evitar que se recupere de la base donde está luego de elegir su candidato unitario. Lo que parece claro es que la oposición sigue siendo un retador con opciones, de esos que siempre pueden sorprender. Amanecerá y veremos.
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@luisvicenteleon
Como te quedò el ojo Luis Vicente, vas a tener que cambiar de profesiòn , tus encuestas ambiguas te caen en tu propia cabeza, que si Chàvez tiene el 58% pero la gente no quiere que se reelija, que si la gente no va a votar en las primarias pero si va a votar, quien te entiende chico? Tas mas pelao que Agustìn Muñoz.
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