El 70% de los venezolanos tienen sus mentes cargadas de emociones negativas
LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI
@LuisJUzcategui
eluniversal.com
Hace semanas recibí del amigo José Antonio Gil Yépez, director de Datanálisis, un correo con los resultados de algunas preguntas "emocionales" incluidas en la investigación de campo que se realizó en junio de 2011. Les confieso que cuando me centré a analizar los números, las evidencias atropellaron mis expectativas, y los escenarios que había proyectado sobre la dimensión emocional del venezolano, fueron mucho más versátiles.
Según este informe -de hace sólo cinco meses- el 70% de los venezolanos tenían sus mentes cargadas de emociones negativas. Estas se distribuían entre desconfianza, tristeza, frustración, angustia, miedo, rabia, confusión, agresividad. Y en un 23% de la "torta" social, se registraron emociones positivas de alegría, satisfacción, tranquilidad, seguridad, confianza. Un 7% no respondió.
En estos guarismos se esconde y proyecta el presente y futuro inmediato de Venezuela. Si el Gobierno logra intensificar las emociones negativas, no hay nada que buscar. Los pueblos sumergidos en miedo y aturdimiento son presas fáciles de las migajas, los shows, el populismo y la dependencia. Y si los indicadores de emociones positivas reflejan algo más que "alegría", "tranquilidad", etc., y son expresiones de tribulación y confusión, el porvenir inexorablemente será catastrófico.
Es decir, Venezuela seguirá siendo una sociedad con un severo handicap cultural, pues ningún país logra crear desarrollo cuando sus ciudadanos tienen que cargar con el peso atroz que significa vivir con emociones negativas y no poseer recursos psicoeducativos ni culturales para generar soluciones. ¡Soluciones que también son estimuladas por la adversidad!
Pero existe otra cara de la moneda. Si este caudal gigantesco de emociones negativas, de respuestas confusas de "alegría" o "tranquilidad" y de una realidad atroz, es procesado por el venezolano ayudado por sus líderes, y esto se convierte en fundamento para el aprendizaje, la acción estratégica individual y colectiva y la solidificación de bases para un futuro moderno. Una vez más se volverá a evidenciar el "milagro" evolutivo más reciente: ¡La Inteligencia faro de las emociones! Sin duda esto es un gran reto para los líderes de oposición, tal vez el mayor, tal vez el más trascendental y complejo, y sin duda el Secreto.
LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI
@LuisJUzcategui
eluniversal.com
Hace semanas recibí del amigo José Antonio Gil Yépez, director de Datanálisis, un correo con los resultados de algunas preguntas "emocionales" incluidas en la investigación de campo que se realizó en junio de 2011. Les confieso que cuando me centré a analizar los números, las evidencias atropellaron mis expectativas, y los escenarios que había proyectado sobre la dimensión emocional del venezolano, fueron mucho más versátiles.
Según este informe -de hace sólo cinco meses- el 70% de los venezolanos tenían sus mentes cargadas de emociones negativas. Estas se distribuían entre desconfianza, tristeza, frustración, angustia, miedo, rabia, confusión, agresividad. Y en un 23% de la "torta" social, se registraron emociones positivas de alegría, satisfacción, tranquilidad, seguridad, confianza. Un 7% no respondió.
En estos guarismos se esconde y proyecta el presente y futuro inmediato de Venezuela. Si el Gobierno logra intensificar las emociones negativas, no hay nada que buscar. Los pueblos sumergidos en miedo y aturdimiento son presas fáciles de las migajas, los shows, el populismo y la dependencia. Y si los indicadores de emociones positivas reflejan algo más que "alegría", "tranquilidad", etc., y son expresiones de tribulación y confusión, el porvenir inexorablemente será catastrófico.
Es decir, Venezuela seguirá siendo una sociedad con un severo handicap cultural, pues ningún país logra crear desarrollo cuando sus ciudadanos tienen que cargar con el peso atroz que significa vivir con emociones negativas y no poseer recursos psicoeducativos ni culturales para generar soluciones. ¡Soluciones que también son estimuladas por la adversidad!
Pero existe otra cara de la moneda. Si este caudal gigantesco de emociones negativas, de respuestas confusas de "alegría" o "tranquilidad" y de una realidad atroz, es procesado por el venezolano ayudado por sus líderes, y esto se convierte en fundamento para el aprendizaje, la acción estratégica individual y colectiva y la solidificación de bases para un futuro moderno. Una vez más se volverá a evidenciar el "milagro" evolutivo más reciente: ¡La Inteligencia faro de las emociones! Sin duda esto es un gran reto para los líderes de oposición, tal vez el mayor, tal vez el más trascendental y complejo, y sin duda el Secreto.
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