domingo, 12 de agosto de 2012

Las cavilaciones del candidato. Artículo de Francisco Olivares

En las dos últimas apariciones el candidato se soltó y comenzó a hacer promesas capitalistas

FRANCISCO OLIVARES

En Twitter: Twitter: @folivares10

eluniversal.com/

Canta, baila toca guitarra y pega pequeños saltitos. Se rodea de músicos, de celebridades como el actor norteamericano Sean Penn, figuras deportivas de talla internacional como Maldonado y Ordóñez, pero los efectos no son los esperados. Hay incertidumbre en el comando. La emoción que se generaba ya no es la misma. El candidato y su comando se dan cuenta que confrontan problemas de movilización, especialmente en los barrios. También en las regiones. Ya la movilización de gente no es tan fácil como antes, así ocurrió en Lara. Los alcaldes llenan las cuotas, ya la gente no se monta sumisamente en los autobuses para ir a las concentraciones. Ha sido necesario suspender algunos actos y reformular los puntos de concentración seleccionados.

El mensaje contra el imperialismo no tiene la pegada. Tampoco tiene efecto del miedo a la amenaza del demonio de la derecha que acabará con las misiones y el plan de viviendas.

Hay 3 millones de electores inscritos en la Gran Misión Vivienda Venezuela, pero el avance de las construcciones es lento y no hay para todos. Sólo unas 100 mil y por eso los refugios son un polvorín.

El candidato se acuerda de la clase media, pero ella ha sido la más golpeada. En ese inmenso sector están los expropiados de Catia, del centro de Caracas, los del campo y el millón y pico que quedaron en la calle luego de quebrar 170 mil empresas. A esa clase media le aplicó un severo control de cambio que le cierra puertas. De modo que de clase media solo le queda la burocracia estatal que vive del petróleo a la que se conserva con una dosis de miedo a perder el trabajo.

El candidato confía más en su olfato que en los costosos asesores traídos del exterior, como el brasileño Santana y en las dos últimas apariciones públicas se suelta y comienza a hacer promesas capitalistas.

En Carabobo asegura que reconstruirá el aparato industrial que fue destruido en los últimos 10 años. Aunque en su programa de gobierno está escrito que acabará con el sector privado, ahora ofrece que trabajará junto al sector privado.

En Vargas fue más allá y ofrece puertos, ferrocarriles, vialidad y desarrollar una red hotelera para el turismo. Pero se topa con la imagen que los venezolanos tenemos de Vargas: hoteles que una vez brillaron, entregados al vandalismo y al abandono. El candidato ha echado mano del proyecto de desarrollo elaborado por Carlos Genatios para Vargas en el 2000 que él mismo había echado a la basura.

El candidato y su comando, tal vez han estado viendo los videos del otro, el de la gorrita, quien en solitario, sin aparato, es recibido masivamente en más de 100 pueblos con su mensaje de trabajo y desarrollo.

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