Vendrán amedrentamientos, derroches millonarios y mensajes de que el voto no será secreto
LUIS DANIEL ÁLVAREZ V
eluniversal.com/
La jornada cívica del 12 de febrero imprimió ánimo y esperanza a la población venezolana.
El simple hecho de haber sacado más de 3 millones de votos, cifra que sigue amargando a los personeros del régimen, es una prueba de lo exitoso del proceso. Si a ello se le suma el nivel del discurso del ahora candidato Henrique Capriles y la gallardía de Pablo Pérez, María Corina Machado, Diego Arria y Pablo Medina, podemos decir que la unidad triunfará para remediar las odiosas divisiones, las alarmantes cifras de inseguridad y el dantesco deterioro de las instituciones que nos dejaron 13 años de discursos de violencia.
Tal es el desespero del Gobierno que catalogó de imposible el número de sufragios opositores, planteamiento risible si se considera que la votación era muy sencilla. El punto es que sí votamos. Quienes acudimos a sufragar vimos organización, mucha gente en las colas y mecanismos de control para evitar desórdenes. Esto último para que no se les ocurra decir que votamos más de una vez el mismo día.
El Gobierno se sabe derrotado. A los intentos por desacreditar las primarias se les confrontó con participación masiva. Luego, una sentencia mezquina, con graves errores ya que en los fundamentos se habla de la demanda de nulidad y no de recurso de amparo y menciona que la acción fue intentada en febrero de 2011, cuyo propósito era mostrar a la luz pública los nombres de los que valientemente acudieron a votar, no encontró eco, pues los cuadernos habían sido destruidos.
Vendrán amedrentamientos, derroches millonarios y mensajes de que el voto no será secreto. Pero nada frenará la valentía unitaria de un pueblo. Y aunque al oficialismo le disguste y preocupe, votamos más de tres millones y Henrique Capriles ganará la Presidencia.
luisdalvarezva@hotmail.com
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