jueves, 17 de noviembre de 2011

El país se caldea. Artículo de Áxel Capriles



La derrota no se logrará con discursos armónicos sobre educación y empleo

ÁXEL CAPRILES M.
eluniversal.com/




Las primeras reacciones al encuentro entre los precandidatos presidenciales que tuvo lugar el pasado 14 de noviembre en la UCAB celebraban la voluntad de competir y de medirse con propuestas sin necesidad de denigrar ni de insultar al contrincante, una forma civilizada de hacer política que había desde hace tiempo caído en el olvido. El ambiente universitario, la presencia tranquila, racional y ordenada de miles de estudiantes, la capacidad mental de los candidatos para exponer una visión de país en dos minutos y de responder sintéticamente a una pregunta en un minuto, en lugar de las largas peroratas a las que nos ha acostumbrado el Presidente de la República, hablaban de un nuevo aire gerencial y juvenil que signaría la campaña electoral del 2012 como un enfrentamiento entre el futuro y el pasado, como una confrontación entre dos visiones del mundo, una dominada por el arquetipo del senex, que hoy devora a la revolución bolivariana, y otra inspirada por el arquetipo del púber que impulsa y dinamiza a la oposición. El análisis posterior de los resultados con base en las encuestas flash nos da la imagen de un país mucho más caldeado.

El "efecto Arria", llamado así por algunos comentaristas que dan como principal beneficiado del debate al antiguo gobernador, da cuenta de otro espíritu que no anda con medias tintas y prefiere un discurso frontal. Y en efecto, la intervención más voceada y aplaudida fue la promesa de Arria de presentar una denuncia por crímenes de lesa humanidad contra el Presidente de la República ante el Fiscal General de La Haya. "No es retaliación, no es venganza. Es justicia." Al día siguiente, el espíritu de paz y civilidad tan alabado al comienzo del debate había sido desplazado por una demanda de posiciones más fuertes y menos "políticamente correctas", la intuición de que la derrota de la más grande ambición de poder que ha subyugado a este país no se logrará con discursos armónicos sobre educación y empleo, sino con la movilización de poderosas emociones encontradas.

acaprile@ucab.edu.ve

No hay comentarios.:

Publicar un comentario