Hay que destacar el contraste entre los dos polos en que está visiblemente dividido el país
JUAN M. RAFFALLI A.
eluniversal.com
El debate de los candidatos a las primarias de la oposición, ha copado la atención del público. No es para menos dado lo inusual de un evento de esta naturaleza en nuestra escena política. Lo que supone un hecho normal y típicamente electoral en cualquier país con una democracia estable y plural, en el nuestro deriva en una especie de acontecimiento de marca mayor, algo así como la visita del Halley en Nochebuena. Para tener una idea de lo peculiar de este debate, basta con recordar que tenemos la bicoca de trece años escuchando una sola voz y además en cadena nacional. No podemos pasar por alto tampoco, que el último debate político que vimos fue hace once años, un insólito contrapunteo del candidato opositor Arias Cárdenas contra una gallina; con razón terminó como ficha de su contendor contra quien despotricó a diestra y siniestra.
Pero lo que deseamos poner hoy de relieve no es quién estuvo mejor o peor en el cruce de posiciones. Poco importa si fue Arria con su frontalidad, Henrique con su deseo de inclusión y tolerancia, María Corina con su data bien preparada, Pablo con su versatilidad de adeco viejo, o Leopoldo con su Venezuela posible. Al final todos confluían en posiciones positivas y renovadoras, en visiones de cambio y de esperanza. Lo que realmente merece la pena destacar es el contraste entre los dos polos en que está visiblemente dividido el país. Por una parte tenemos una oposición con un sendero claro, enfocada en la contienda electoral, consolidando una unidad de fondo y embalada hacia un proceso democrático y legitimador de elección primaria que le permite debatir pluralmente y recorrer el país con cinco líderes que van ofreciendo cambio y futuro. De otro lado vemos una gestión con trece años a cuestas que se quiere quedar hasta el 2041 aunque la naturaleza se oponga, con un candidato autodesignado y menguado que no puede recorrer el país como antes, que es el único que habla y nos obliga a oírlo en cadena y cuyo discurso envejeció. ¿Cómo se ofrece futuro después de trece años mandando? Cómo será de visible el contraste y el vértigo, que ya estamos viendo las fauces del populismo más salvaje e irresponsable que jamás hemos presenciado, se anuncia desde la reforma de los beneficios laborales hasta hallacas a cinco bolos. ¡Fin de mundo!
jmrhab@yahoo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario