Milos Alcalay
En los últimos meses hemos visto la multiplicación de actuaciones de varias asociaciones de electores venezolanos en el exterior, que le exigen al CNE, a la Cancillería y a las autoridades Venezolanas que procedan a facilitar el registro electoral en el exterior con reglas claras. A través de sus comunicados y actuaciones exigen igualmente que se frenen los atropellos que se han evidenciado en varias Embajadas y Consulados patrios.
La prensa ha retratado con precisión el comportamiento inescrupuloso de funcionarios movidos por razones ideológicas, que se empeñan en obstaculizar el registro electoral a aquellos compatriotas que desean ejercer el derecho al voto en las elecciones del 2012. La razón es evidente: la Diáspora venezolana es mayoritariamente democrática y sus votos se pronunciaran por un cambio de régimen.
La respuesta oficial a estas justas reivindicaciones es débil y a veces es inexistente. Basta con ver la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (www.mre.gov.ve) que en vez de promover una campaña institucional de registro para estimular el derecho al voto, no realiza la promoción del Registro Electoral. Tampoco se han enviado instrucciones precisas a las misiones diplomáticas y consulares para definir las reglas que deben cumplir en el registro, con lo cual, algunos diplomáticos se escudan para alegar que no abrirán el Registro hasta que no reciban instrucciones. De esa manera se trata de evadir el tema del voto de los venezolanos en el Exterior.
Pero no estamos solo ante el silencio de la Cancillería que no envía los requisitos para permitir la inscripción en el Registro Permanente. Se suma al autismo del Consejo Nacional Electoral (CNE), del SAIME, de los Tribunales quienes no reaccionan a pesar de la serie de demandas intentadas por ciudadanos venezolanos que exigen mayor claridad para ejercer el derecho de sufragar en el exterior consagrado en la Constitución Bolivariana de 1999. No hay un solo afiche en las Embajadas que estimule el voto.
Es necesario reconocer que algunas Misiones si han realizado jornadas extraordinarias para permitir la inscripción de los venezolanos. Pero también es cierto, que al hacerlo, las autoridades consulares están cumpliendo un deber y no haciendo una concesión.
La existencia de un millón de venezolanos en el exterior, exige que se cambie radicalmente la actitud de los funcionarios y de las instituciones del país para permitir y no para dificultar el derecho de los venezolanos, ya que a todos nos corresponde elegir en Octubre del año 2012 al próximo Presidente de Venezuela. En vez de velar por el voto de los venezolanos, pareciera que se desea establecer un veto a los venezolanos. Hay tiempo para corregir esta actitud arbitraria. Pero solo se lograra si seguimos exigiendo que se abra el Registro Electoral en el exterior de manera institucional.
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