SADIO GARAVINI DI TURNO
En las últimas encuestas, se nota una subida de la popularidad del comandante hasta niveles del 57% aproximadamente, basada en la simpatía hacia el enfermo. Sin embargo, cuando se pregunta, en la misma encuesta, si se tiene la intención de reelegir a Chávez, después de 14 años de gobierno, el 51% responde negativamente y sólo alrededor del 40% positivamente, el resto no sabe o no responde. La fortaleza del régimen en estos años se puede sintetizar en la ecuación: carisma+petróleo+debilidad y atomización de la alternativa democrática.
El petróleo a precios altos sigue siendo una gran fortaleza del régimen. Sin embargo, está compensado por el descomunal nivel de ineficiencia, incapacidad y despilfarro del Gobierno y la espantosa corrupción que convierten en insuficiente la aparente abundancia de recursos, en disminución también por la reducción de la producción petrolera y el acelerado crecimiento del consumo interno de combustibles.
El carisma de Yo-El Supremo es una característica irracional y sigue estando presente en buena parte del electorado. Sin embargo después de 12 años, el momento de auge está definitivamente "a sus espaldas". Pero, creo necesario subrayar que la política no es sólo razón, sino también "corazón", emociones, pasión y sentimientos.
Los factores irracionales tienen un papel fundamental en política. Para la movilización política no hay que hablarle sólo a la razón del hombre. Su parte irracional necesita de música, símbolos, mitos y liturgia. Así lo han entendido los movimientos totalitarios contemporáneos. En cambio, entre los sectores democráticos, existe una aversión hacia los factores irracionales. Esta inhibición del pensamiento democrático tiene su origen en uno de los "infantilismos" de la ilustración, que quiso ver en lo irracional la suma de todos los males y en la razón la llave maestra de la felicidad. Por eso, muchos partidos democráticos se han convertido en grupos asépticos, sin "mística", dominados por un pragmatismo incapaz de movilizar al hombre integralmente. En períodos históricos estables y pacíficos, los partidos y movimientos sin mística, pueden mantenerse "en vida" por mucho tiempo. En épocas críticas, en cambio, cuando la lucha política de agonal tiende a convertirse en existencial, se desmoronan ante las primeras adversidades o son conducidos mansamente al matadero por sus enemigos. La unidad debe redescubrir y movilizar los aspectos irracionales del hombre.
sadiogta@gmail.com
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