Fernando Luis Egaña
el-carabobeno.com/
En este final de campaña hay una especie de piñata de encuestas porque las hay con muy diferentes tendencias y resultados. Desde luego que no se trata de una novedad en el escenario político venezolano, y muchos menos en estos tiempos de hegemonía comunicacional y manipulación opinática, pero sí llama la atención la existencia de amplios márgenes de disparidad entre la data de encuestadoras que, en otras coyunturas, solían más bien ofrecer números similares.
Consultores 21 es una de las empresas más reconocidas del país. Sus sondeos dan una ventaja estrecha a Capriles, y además con potencial de crecimiento. Por cierto que Consultores fue una de las encuestadoras que más se acercó al resultado de las elecciones presidenciales en el 2006. Se pretende matizar la solvencia de Consultores porque está vinculada a la MUD, pero esa pretensión no es válida dado su profesionalismo comprobado.
Varianzas es una firma de más reciente trayectoria y su director, Rafael Delgado, es un experto de gran prestigio académico. Sus investigaciones de opinión le dan una muy leve ventaja a Chávez, siendo las proyecciones favorables al llamado empate técnico. Varianzas también ha sido atinada en la predicción electoral de consultas previas.
Las informaciones sobre las encuestas dirigidas por Stanley Greenberg -un consultor que diseña y analiza encuestas para el Comando Venezuela, y que entre sus clientes ha tenido a varios amigos del señor Chávez, como el salvadoreño Mauricio Funes y el hondureño Manuel Zelaya-, señalan que la ventaja de Capriles no sería estrecha sino relativamente cómoda y con buen envión final.
Por otra parte, está Datanálisis, cuyas encuestas reflejan un margen considerable a favor de Chávez, al igual que las de IVAD, en las que, sin embargo, se repite un fenómeno harto curioso para un final de campaña, cual es un porcentaje inusualmente elevado de indecisos. Según IVAD la intención de voto de Chávez es de 50%, y en una fresca de Datanálisis es de 43%.
Y estos porcentajes no son, precisamente, indicativos de la holgura que comunica la propaganda roja en materia de encuestas. En ese sentido, por cierto, la “analista internacional” Eva Golinger ha dicho que si su candidato ganara por un punto, esa victoria sería tan definitiva como si lo hiciera por mucho más...
Y bueno, de las encuestadoras gubernativas, sean abiertas o encubiertas, no vale la pena referir mucho. De acuerdo con alguna de ellas, Capriles obtendría menos votos que en las primarias, y Chávez llegaría a romper la “barrera” del 70%...
La principal encuestadora del país, Datos, no ha hecho públicos sus numeritos, al menos hasta la redacción de estas líneas. Y lo mejor que se puede hacer en relación con las variadas empresas de maletín que buscan meter gato por liebre, es prevenir a la opinión pública al respecto y no darles espacio mediático.
Tenemos, pues, encuestas a granel. Y se tiene, también, la convicción general -que incluye a buena parte del espectro oficialista- de que la alternativa democrática a la hegemonía roja, nunca había contado con condiciones más auspiciosas en una contienda presidencial, que las del presente. Y no hace falta ser un encuestador de talento, para saberlo.
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