domingo, 12 de agosto de 2012

La campaña del 7-O como lucha telenovelesca. Análisis de Roberto de Vries

Luego de más de 40 días de campaña, el psiquiatra, comunicador social y experto en temas de imagen, Roberto De Vries ve la contienda electoral como una “lucha telenovelesca” entre dos personajes que luchan por el amor de una mujer, publicó Correo del Caroní.

Ramsés Ulises Siverio

Lapatilla.com

Imagínese un sábado cualquiera esperando el capítulo final de la telenovela de las 9:00 de la noche. No es una novela cualquiera, es una venezolana; de esas que despiertan todo tipo de emociones entre públicos de distintos géneros, edades y latitudes.

En el último capítulo, dos hombres luchan por el amor de una mujer. Dos personajes con sus propios dilemas, historias y con su propia visión de la vida. Ambos sueñan con esa mujer. La lucha es pareja, pero nadie garantiza la victoria. Es un final tan inesperado que ni el mismo Roberto de Vries lo hubiese imaginado hace poco más de un mes, cuando inició la campaña política entre los dos grandes contendores por la silla de Miraflores: Henrique Capriles Radonski y Hugo Chávez.

Psiquiatra, comunicador social y experto en imagen, De Vries vio en estos 40 días un giro inesperado que hizo la contienda no sólo más interesante, sino más competitiva y hasta pareja.

“Hay dos elementos importantes: una lucha de personalidades que se mueve como lucha de personajes. En el inicio de la campaña había un personaje, que es Hugo Chávez, y había una personalidad que era Henrique Capriles. Por lo tanto, tenía mucho mayor impacto todo lo que hacía y decía Chávez que lo que decía Capriles”, expone.

De Vries hace un paréntesis y explica la diferencia entre personaje y personalidad. “Personalidad somos todos. Personaje es una personalidad que llama la atención de las demás personas. Esto fue interesante porque en la medida que ha transcurrido este mes, Capriles se ha convertido en un personaje”.

Simbolismo político

Lo segundo son los símbolos; importantes para De Vries, pues a su juicio generan una representación más profunda de la realidad.

“El chavismo, como los procesos de izquierda en general, son especialistas en símbolos porque estos representan la comunicación más sencilla y más potente. Es mucho más directa. Casi no necesita palabras. Cuando Chávez coloca el color rojo en la boina, ya había toda una representación que cada quien tenía en su mente que era mucho más de mil palabras. Es decir, con un solo elemento comunicacional se transmiten toda una serie de emociones, conocimientos, valores, conductas, etcétera”.

El experto en imagen cree que uno de las claves de éxito del Presidente de la República fue haber tenido una simbología muy concreta desde el principio como lo es el color rojo, que pudo imponerse sobre el blanco de una Acción Democrática desgastada y la ausencia de estos signos dentro de una oposición que todavía no lograba posicionarse en el colectivo.

Afirma que parte del historial de fracasos electorales de esta facción ha sido por la falta de un símbolo que les permitiera comunicarse con las grandes masas con un elemento simple.

Esto era, hasta hace poco, la gran falla en la campaña de Capriles a los ojos de De Vries; hasta hace unos 15 días, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) le prohíbe al candidato el uso de su gorra de campaña por ser violatoria del reglamento electoral.

“Cuando Capriles se niega a dejar el uso de la gorra, ésta se transforma en un símbolo de la oposición. De verdad viene uno de los grandes errores de la campaña fue haberla prohibido, porque desde hace mucho tiempo se usaba, ambos lo usaban, pero al momento de producirse este incidente de la gorra pasa a ser un símbolo multicolor, un símbolo de la diversidad”.

A este búmeran del simbolismo se le une un “error” del equipo de campaña del chavismo: la adopción de un corazón tricolor y una sola estrella como imagen.

“Esa sola estrella es un mensaje de mucho mando. Es decir, que mezclado con el corazón, símbolo del amor, se pierde el símbolo histórico del chavismo que es el color rojo. Se va a un espacio tricolor que no pega con el discurso del Presidente, que llegó a decir que el que no fuese chavista no era venezolano. Pareciera que está hablando solamente para sus seguidores. El mensaje excluyente daña su mensaje tricolor”, analizó De Vries.

Emoción vs razón

“La campaña tomó un giro de mucha emocionalidad por la presencia de un símbolo y un personaje nuevo que llama la atención. Yo creo que la lucha está par a par y que va a tener un desarrollo muy intenso las próximas semanas”.

- Usted hablaba del factor emocional en la campaña, pero hemos visto que a diferencia de otras, en esta campaña tiene más elementos de racionalidad, como la presentación de planes de gobierno de una forma mucho más concreta y estructurada. ¿Esto no le da más racionalidad a esa campaña emocional?

- Siempre lo racional va a ser una argumentación para que la gente que apoya a cada uno se sienta contenta porque no es un plano netamente emocional. Es el plano donde hay que respetar determinado número de personas, que no son los determinantes, y que son las que tienen que ser convencidas con argumentación. Esa argumentación se usa para reforzar la parte emocional.

Una verdadera campaña debe tocar tres elementos: el racional; lo emocional, que es el rey en nosotros; y la actitud. Lo que yo observo es cómo Capriles se ha vuelto un líder actitudinal, mientras Chávez quedó en el esquema de emoción-acción. Es decir, es un líder pasional. Esto agrega muchos elementos a esa lucha electoral de telenovela porque la que va a poner mucha emoción a la situación. Hay una lucha de personajes y de símbolos, y aunque es básicamente emocional, tienen repercusión en lo racional y en lo conductual.

Capriles puede dar más a la parte cognitiva. Chávez, con su privilegio de símbolos, su personaje y elementos comunicacionales, tenía como un reinado. Creía que nadie se le iba a meter y resulta que vino un tipo de 40 años, con todo estos contrastes, y que ahora tiene posibilidad.

La gorra

La gorra se asocia con juventud, con algo muy importante que son la lucha y el trabajo, se asocia con la capacidad de emprendimiento; es genérico, no es de hombres ni de mujeres. Es un símbolo de esfuerzo, de trabajo.

También es un símbolo deportivo. Su iconografía está infundada en el deporte. Yo creo que ese contenido de la gorra, esa gorra tricolor con ocho estrellas, contra un corazón tricolor y con una sola estrella, la gorra está mejor posicionada como símbolo.


El dramatis personae

De Vries explicó que los personajes se constituyen de tres elementos fundamentales: un dilema, un tema y una historia.

Los dilemas: se refieren a esas preguntas no resultas del personaje que le llamen la atención a la gente.

Chávez: uno de los rangos fundamentales de la personalidad comunicacional de Chávez está en sus grandes dilemas. Hay muchos dilemas en su vida pública. Si es loco o no es loco. Si es de izquierda o no es de izquierda. Hay muchas cosas que él nunca aclara y que mantienen la atención sobre él. El dilema hace que la gente sea altamente atencional y llame la atención de los medios.

Capriles: no tenía dilema, pero a medida que pasa la campaña y comenzaron a crear una matriz sobre lo social, sobre religión incluso sobre sexualidad que lo han hecho atencional. El mismo chavismo le ha construido el dilema a Capriles.

El tema: todo personaje debe tener un esquema de desarrollo temático, preferiblemente de tipo racional, pero que indique que es experto en un área.

Chávez: su tema desde los 90 fue el tema socio-político enfocado en la justicia social y se vuelve un referente importante.

Capriles: más intelectual, más racional. Un gestor con estudios, diferente, y se plantea el tema del progreso y de la educación. Tenía el error de no irse por uno sino por esos dos y la seguridad. Por eso no tenía mucho impacto. Pero en la medida en que transcurre la campaña está presentándose con un tema universal, que es la tolerancia, donde lo importante no es que estés de acuerdo con mi ideología sino que nos integremos. La inclusión, la convivencia.

Historia: es el conjunto de vivencias de una persona que llamen la atención.

Chávez representa el hombre que viene de la periferia, inclusive geográfica y social a ubicarse en el centro del poder. Es un conquistador.

Capriles no tenía historia porque pertenece a una clase social donde lo privado es privado y no se presta al conocimiento público. Sale una investigación que dice que es sobrino octavo de El Libertador, y esto le pone una historia a Capriles y más por la importancia que le ha dado Chávez a El Libertador.

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