ALFREDO YÁNEZ MONDRAGÓN
En Twitter: @incisos
ElUniversal
Desde mañana solo será posible advertir las bondades de las misiones, reconocer que en los más recientes catorce años se ha impuesto el discurso social, que el corazón de la patria late al ritmo de las emociones del candidato a la relección, y sobre todo, que con tanta maravilla no hace falta aquella lección aprendida que reza que la democracia se sustenta en la separación de poderes.
Durante los próximos tres meses no podrá hablarse de inseguridad; a lo sumo se alabarán los planes, uno detrás de otro, que apuntan hacia la consolidación de la vida como máxima indiscutible de una gestión inconclusa; que por tanto debe permanecer por más, y más tiempo.
Que a nadie se le ocurra cuestionar la política económica, ni mucho menos recordar aquello de que no importa si el petróleo llega a cero. Nada de eso. La inflación no existe, ni nunca se ha producido una devaluación en este tiempo.
Por supuesto que no es posible pronunciar palabra respecto al uso abusivo de los medios de comunicación, ni de los cierres, ni de la discreción de aquellas llamadas que poco a poco fueron cambiando la parrilla de programación de emisoras radiales y televisivas.
No es tiempo para dar cuenta de que con infinidad de artimañas, empresas -de cualquier índole- se han visto acorraladas, al punto de cerrar sus puertas, o de someterse a las directrices "mixtas", de ese corazón de patria, que todo lo puede, que todo lo sabe.
Se inicia la etapa final de la campaña electoral, y quien no sabe sino reciclar sus promesas de obligatorio incumplimiento, encerrado en aquella cápsula recubierta de uniforme y armas, activó sus más fuertes artimañas, con un reglamento que únicamente le permite a él como candidato, blandir sus "obras", como actos de gobierno a través de su red de hegemonía comunicacional, y al candidato de la Unidad Democrática mendigar unos cuantos minutos; que no incluyen a la batería de medios públicos.
Esa es la campaña asimétrica. La que cierra espacios, sin advertir las rendijas, la que impone el silencio de los medios, con multas impagables, la que esconde con puestas en escena sobre la vida; toda la muerte que se cuenta por el orden de 155 mil corazones venezolanos.
Sí; desde mañana arranca la campaña electoral. Arranca la arremetida de mentiras más férrea que hayamos conocido. Debemos prepararnos para entenderla; y contrarrestarla.
incisos@hotmail.com
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