Con la enfermedad y las primarias, Chávez ya no impone los temas del debate político.
Fausto Masó
noticierodigital.com
Anuncia que presentará una nueva Ley del Trabajo dentro de ¡seis meses!, pide realizar un debate sobre los préstamos chinos a Venezuela, en el peor momento, cuando Brasil, Argentina, Chile, evitaron reproducir la relación de una metrópoli con una colonia en su intercambio con China, según el cual la primera le vende a sus súbditos productos terminados y le compra materias primas. En Venezuela cierran las empresas, hay un proceso de desindustrialización, encabezado por el desastre de la CVG.
Venezuela candorosamente imaginó en China un aliado contra Estados Unidos, pero los chinos no ven el mundo con anteojos ideológicos, no quieren propagar ningún modelo, sino aprovechar las ventajas comerciales de la credulidad venezolana.
En abril Dilma Rousseff, en su visita oficial a China, dijo que Brasil rechaza cualquier relación colonial y logró venderle a China 35 aviones comerciales Embraer y firmar el compromiso de establecer “una fábrica de trenes, de manera que, además de la exportación, China transfiera tecnología y facilite la generación de empleo local”. Venezuela firma acuerdos semejantes, pero produce sólo petróleo; la producción de Sidor cayó a la mitad de lo que era en tiempos de Techint; lo mismo ocurre en las cementeras y plantas de aluminio. Lula y Dilma Rousseff utilizan un poderoso sector privado como palanca del desarrollo, Brasil cuenta con verdaderas multinacionales, Venezuela con discursos; el empleo lo proporciona la empresa privada, sindicatos independientes defienden los intereses de los trabajadores, mientras el Estado se dedica a planes sociales, similares a algunos venezolanos, pero consistentes y asociados a una mejora de la educación Chávez, al colocar contra la pared a la Polar u otras empresas, no defiende al pueblo, lo deja sin empleo. En Brasil tienen decenas de empresas como la Polar, y los más débiles, los trabajadores, tienen sus sindicatos. Chávez llama a la oposición escoria, preside una revolución charlatana que persigue los sindicatos.
La mala suerte también acompaña a Chávez, el secuestro de Wilson Ramos y los anuncios de la ministra Iris Varela demuestran lo demencial de una política en la cual la ideología se impone al sentido común: los presos se apoderan de las cárceles, imponen que los liberen; la policía abandona sus funciones; en la calle no hay razones para no matar, secuestrar o robar. En Brasil persiguen a las mafias de las favelas por el mundo entero, recuperan partes de las ciudades que habían estado en manos del hampa. En Venezuela oímos discursos y más discursos.
Esta charlatanería y la retahíla de leyes acabarán con las viviendas en alquiler, aumentarán el desempleo. ¿Está en condiciones de gobernar el Presidente? Esta pregunta es un tema político legítimo. Hasta ahora logró con llamadas telefónicas a programas del canal 8 y presentaciones controladas en vivo y en directo fingir que gobernaba a tiempo completo, pero como está perdiendo el control de la agenda pública, nos amenaza con una posible ley de trabajo que se promulgará en seis meses.
Patadas de ahogado. Las encuestas que se hagan en marzo, cuando ya la oposición unida presente un candidato, electo en unas primarias, le restarán diez puntos a Chávez a favor del candidato de la MUD. Ese es el temor oficial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario