martes, 8 de noviembre de 2011

Hacia las primarias. Artículo de Miguel González Marregot

Miguel González Marregot
analitica.com/



Las elecciones primarias -como método para la selección del candidato de las fuerzas democráticas-, constituyen sin lugar a dudas, un evento políticamente complicado y financieramente costoso; pero también significa la consolidación de prácticas participativas e incluyentes para la elección de candidatos (y en especial para la escogencia de un candidato presidencial), así como también para el establecimiento de acuerdos estratégicos, políticos y técnicos entre la diversidad de factores aglutinados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Hay que valorar en su justa dimensión, el significado democrático de las primarias.

Hasta este momento, seis candidaturas siguen vigentes y continúan en competencia: María Corina Machado, Henrique Capriles, Leopoldo López, Pablo Medina, Diego Arria y Pablo Pérez. Cabe resaltar además que, todas los candidatos presidenciales (incluso aquellos que retiraron su postulación representan reconocido talento, trayectoria democrática y cualificación profesional para optar a la primera magistratura nacional. Y cada candidatura, representa una esperanza que al final, el día 12 de Febrero de 2012, en un acto de pedagogía democrática se sumará en un bloque de cambio legitimado por el pueblo.

Sobre las oportunidades de cada candidato se hacen pronósticos; cuestión que es lógica y natural. Y en ese sentido, las encuestas son un indicativo de la opinión de un sector poblacional en un momento determinado. En Venezuela, hay encuestas para todos los gustos; cuyo alcance, calidad y credibilidad son variables. Las encuestas son insumos para la toma de decisiones, a veces sirven de propaganda y otras veces, hasta los mismos encuestadores se convierten en una especie de pontífices del hecho político; reclamando cierto protagonismo. Lo que sí debe quedar claro es que en un evento como las primarias no se gana con encuestas, sino con movilización popular.

Las primarias tampoco se ganarán por la simple suma de siglas partidistas. No siempre los frentes exclusivamente partidistas son garantía de victoria. Hay que recordar que, la mayoría de los electores venezolanos no se identifican con partidos políticos, ni tampoco los partidos llevan los votos en un maletín. Las elecciones primarias y, éstas particularmente, están orientadas hacia escogencia de un líder y no de una opción partidista; por lo tanto, aquel candidato que logre presentarse como un factor aglutinador de todos los sectores sociales del país allende los partidos (sin excluirlos), tendrá mayores posibilidades de triunfo.

Un par de reflexiones que no puedo dejar de mencionar en estas líneas sobre las candidaturas: en la primera de ellas, manifiesto mi desacuerdo con la errónea decisión que impediría la reelección para el cargo de gobernador; según sea el caso de Henrique Capriles en Miranda o de Pablo Pérez en Zulia. Me pregunto ¿por qué privar de tan excelente gobernador a cualquiera de las dos entidades federales? La segunda reflexión está dirigida a aquellos aspirantes a gobernaciones y alcaldías que ahora son diputados (as) en la Asamblea Nacional. Si bien estos aspirantes tienen pleno derecho a postularse a las instancias mencionadas, no pueden ni deben olvidar su función y compromiso en el Parlamento Nacional. Este asunto tendría que ser tratado con verdadero sentido estratégico y colectivo, por encima de aspiraciones personales.

Un comentario adicional debo referirlo al progresivo repliegue reactivo en el cual se encuentra sumido el bloque oficialista, frente a los avances logrados por MUD y el pueblo en general alrededor de la unidad y las elecciones primarias. Al bloque oficialista, hasta ahora, sólo le quedan como argumentos: el insulto, la descalificación personal o la promoción continua de la “censura” a los medios de comunicación social; mediante el cierre de emisoras radiales o el silencio de opinadores “incómodos”. El lanzamiento del Gran Polo Patriótico (GPP) resultó intrascendente y burocrático. En este momento, electoralmente, el oficialismo depende de los errores que cometan los factores democráticos. De ese lado, no hay mucha iniciativa.

El camino hacia las primarias no luce comprometido; al menos hasta ahora. Nada está escrito. Pero de concretarse esas elecciones primarias, la tendencia hacia el cambio podría resultar irreversible, como aspira la mayoría del pueblo venezolano.



miguelgmarregot@gmail.com

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