domingo, 1 de julio de 2012

Insegura inseguridad. Artículo de Luis Vicente León

La gente no responsabiliza a Chávez del problema ni tiene expectativas de que lo resuelva

LUIS VICENTE LEÓN

En Twitter: @luisvicenteleon

ElUniversal

La señora alzó su mano al terminar la conferencia. Sus ojos mostraban una mezcla de rabia y duda cuando comentó: "no puedo creer que a lo largo de su presentación no haya mencionado la inseguridad como un elemento que afecta la popularidad de Chávez. Todos hemos sido tocados por ella. No hay forma que no se lo cobremos. No han hecho nada. Nos están matando independientemente de nuestro estrato, edad o preferencia política. ¿Por qué obvia ese factor?".

Evidentemente, no es la primera vez que me lo plantean y es lógico. No parece tener sentido que la población diga que está agobiada por la inseguridad y que evalúa negativamente la gestión del gobierno para atenderla y por otro lado evalúa positivamente la gestión del Presidente por el bienestar del país.

Hemos explorado este tema con curiosidad profesional y personal y las conclusiones son más chocantes: la relación entre la inseguridad y la popularidad de Chávez es positiva. Es decir, cuando aumentan las menciones de este problema, aumenta también la conexión de Chávez con las masas.

Claro que entiendo que parece un sin sentido ¿Cómo puedes pensar que la inseguridad favorece a Chávez? Sería como reconocer que la población se enloqueció o tiene un ataque severo de masoquismo.

Pero no. La relación positiva entre esas dos variables es indirecta, lo que explica la aparente contradicción. Cuando preguntamos ¿quién es el culpable de la inseguridad? La respuesta es una lista amplia de potenciales responsables, que mezclan personas y condiciones: la pobreza, Chávez, los gobernadores, los alcaldes, la policía, el gobierno, la propia gente, la impunidad, la oposición, etc. Cuando se atomizan los responsables se diluyen los costos políticos, respondiendo la primera pregunta: 1) ¿por qué no es uno de los factores de afectación de popularidad? Porque la gente no responsabiliza a Chávez del problema ni tiene expectativas de que lo resuelva.

Pero 2) ¿cómo vamos más allá y explicamos que además podría favorecerle? Pues bien, en la mente de los electores hay un espacio finito para problemas relevantes que debe jerarquizar. La inseguridad se mezcla con desempleo, inflación, desabastecimiento y corrupción, sólo que estos últimos sí son achacados directamente a Chávez y altamente costosos para él. Si estos problemas específicos dominan el debate, la popularidad de Chávez podría ser afectada, pero cuando se desata la inseguridad, disminuye en la mente de esos electores la potencia de los otros problemas y el resultado es insólito e impresionante: la popularidad de Chávez termina por subir ante la liberación del lastre de los problemas que sí tienen costos políticos.

La estrategia de elevar el debate sobre inseguridad y mostrar el problema ha sido una trampa en la que han caído muchos de sus adversarios. Lejos de afectar a Chávez terminan favoreciéndolo al pasar a un segundo plano los problemas económicos y sociales que le cuestan conexión popular. Sólo si la introducción del tema de inseguridad se hace con propuestas estremecedoras que hagan que la gente voltee la cara y piense: ¿Esto sí podría funcionar?, finalmente algo concreto y no un clásico: "la inseguridad es insoportable y la vamos a resolver (quién sabe cómo)". Una propuesta que haga que la gente se pregunte: ¿Por qué no lo han hecho antes? Un bombazo que lleve a la gente a pensar: es cierto que un secuestrador debería correr un riesgo infinitamente mayor que el de los niños y adultos que secuestra. Entonces y sólo entonces, el coeficiente de impacto de la inseguridad sobre la popularidad podría hacerse realmente negativo y alto. Mientras tanto, lo único seguro de la relación política e inseguridad... es que es insegura.

Luisvicenteleon@gmail.com

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