HERMANN PETZOLD RODRÍGUEZ
En Twitter: @hermann196
Los venezolanos hemos experimentado una alegría al saber que muchos precandidatos se han apartado del camino preelectoral, dejando de lado su ambición, en beneficio del bien común y de la unidad. Algunos han renunciado en un acto de verdadera humildad, al darse cuenta que hay mejores opciones para dirigir al país.
Sin embargo, a esta altura del proceso existen precandidatos que no están dentro del trío, y a pesar de esto, mantienen su aspiración a la presidencia de Venezuela. Uno de ellos es María Corina Machado. Luego de su lanzamiento en el mes de julio, la semana pasada se ha inscrito para participar en las primarias, en un acto que no deja de ser una burla y un estancamiento para superar las elecciones de octubre de 2012.
Lo expongo más claro mediante una situación cotidiana en Caracas. Nos encontramos en la Valle-Coche un lunes a las 6 am, inmersos en un tráfico indeseable. Poca distancia entre los carros. Como si estuviéramos en un estacionamiento. Nadie se mueve. Un caos total. De repente, se va acercando una ambulancia, con tres paramédicos -Capriles, López y Pérez-, abriéndose paso por medio de la sirena y las luces encendidas. Es una emergencia nacional. Es nuestra única oportunidad para salvar al país. El chofer de la ambulancia ve un espacio por donde pasar y avanzar. Se dirige hacia allá. Al llegar se encuentra con la sorpresa de que hay 4 carros que no le permiten el paso (María Corina, Medina, Arria y Sosa). En el primer carro, está María Corina. Alega que llegó primero y tiene todo el derecho de estar ahí. Se niega rotundamente a ceder. Ante esta malcriada obstrucción, la ambulancia consigue otro camino y logra seguir adelante, pero tuvo un retraso, y lo estamos pagando.
Una cosa es ser la primera en anunciar su precandidatura, otra muy distinta es obstaculizar, por su ambición y orgullo, la seguridad de ganar las elecciones con la ayuda de otra persona que no es ella. Las principales consecuencias de esta obstrucción son: falta de convencimiento de los indecisos hacia lo que trasmite la oposición, fortalecimiento y mayor espacio para que crezca Chávez, distorsión de la población ante los precandidatos clave e ilusión de ver una realidad que solo ha sido espejismo.
Nadie está negando su preparación y el derecho a participar en las primarias, pero no tiene experiencia política, tampoco popularidad, carisma y arrastre. Su aparición en los medios merma cada día y su oficina de prensa opta por enviar sus declaraciones y visitas a estados a través de cadenas de correo electrónico. Por otro lado, Proyecto Venezuela se ha ido con López, dejándola con los crespos hechos. Poco ha alcanzado al momento de difundir su Capitalismo Popular a través de personas calificadas y otras de no tan buena reputación.
Podemos pensar que está esperando un milagro político, una condena fantástica y múltiple de Capriles, Pérez, y López, para ella salir triunfante. Pero eso no va a ocurrir. Entre más tiempo pase María Corina sin renunciar, mayor será su costo político frente a los venezolanos. La población perdona, pero le duele el egoísmo. María Corina debe conocer sus limitaciones. Debe aceptar que no es su momento.
Nunca es tarde para reflexionar. Ya María Corina tendrá su oportunidad, pero no es ahora. Es el momento de los venezolanos. La población se decanto entre 3 precandidatos. Decidamos con ellos el futuro de nuestro país.
Álvarez Paz, Fernández, Ledezma y Pérez Vivas, esperen a María Corina que se va con ustedes.
Licenciado en Comunicación Social - MBA IE Business School
hpr1906@hotmail.com
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