domingo, 16 de octubre de 2011

¿Quién sería el sucesor?. Artículo de Luis Vicente León

Queda claro que Chávez necesita sucesor y si no lo quiere él, lo querrán los suyos...

LUIS VICENTE LEÓN

En Twitter @Luisvicenteleon

eluniversal.com

Luego de una situación como la vivida por Chávez con su salud, es evidente que uno de los temas de discusión que surgiría era el relativo a su sucesor. No estamos hablando de la sucesión presidencial sino de la ruta para llenar un vacío dentro de su partido, su revolución, partiendo del hecho de que toda esa construcción "institucional" chavista está basada exclusivamente en él. Algunos piensan que este tema está vinculado sólo a la posibilidad de que Chávez no pueda ir a la campaña 2012. En realidad, el tema no se restringe a esa eventualidad. Una vez que tuvo que mostrarse mortal y vulnerable se hace inminente la necesidad de conocer su ruta de sucesión, hoy vacía. ¿La razón? Evitar la batalla interna por el control del poder, entre quienes tienen todo que perder si Chávez no está.

Las presión por aclarar esa sucesión pueden venir de dos vías: del mismo Chávez o de sus grupos de soporte interno.

Imagine un jefe de familia que tiene un infarto siendo joven y aparentemente fuerte. El genera los ingresos, maneja las cuentas, tiene la información sobre sus activos y los títulos que los respaldan. No ha pensado en qué pasaría si él falta, porque no está planteada esa posibilidad. No tiene arreglado los papeles, ni ha hecho testamento sobre los activos para los que quiere un destino distinto al convencional, no tiene albacea y ni siquiera ha comentado quién y cómo quisiera que sus hijos fueran educados. Un típico irresponsable egocentrista. En plena clínica, recuperándose del trancazo, es probable que venga a su mente el costo de su irresponsabilidad. Si sale de ahí, es probable que decida que es momento de arreglarlo.

Pero no será el único interesado. Mientras él estaba en la terapia intensiva, su familia, con una reacción humana, se preocupaba por su salud pero quizás más aún por lo que pasaría con ellos mismos si el "centro" de su mundo faltara. Si se quedan congeladas las cuentas. Si hay riesgo de que aparezcan acreedores exigiendo lo que les corresponde. No cabe duda que al salir el enfermo del hospital, la esposa presionará por arreglar el papelero... y si está casado en segundas nupcias, con hijos del primer matrimonio, más fuerte todavía será la presión.

Queda claro que Chávez necesita sucesor y si no lo quiere él, lo querrán los suyos... y más vale que se los dé.

Mientras Chávez esté fuerte y controle el poder y el dinero, tendrá la capacidad de definir él mismo esa sucesión y sortear los posibles impactos internos de su decisión. Él escogerá en función de múltiples variables como: confianza, lealtad, compromiso revolucionario y capacidad para conectarse con la masa. La combinación de esas variables nos lleva, por ahora, a sólo 3 líderes chavistas que conforman el cluster de donde Chávez podría seleccionar: 1) Elías Jaua, vicepresidente, hombre de confianza y primero en la preferencia chavista (sin Chávez), con más de 20%, una posición más vinculada al cargo que ostenta que a su carisma personal; 2) Adán Chávez, su hermano radical, de confianza plena, segundo en el nivel de preferencias de las masas chavistas, creciendo en base a su apellido y no a una oferta personal atractiva; 3) Nicolás Maduro, el canciller, aparentemente muy cercano al Presidente, tercero en la preferencia chavista, perdiendo puntos en la base frente al crecimiento de Adán.

No sabemos a quién preferiría Chávez, pero por aquí fumea. Lo que queda claro es que mientras más se demore en resolverlo, mayor será el riesgo de que la selección de sus sustituto sea conflictiva hacia el interior del chavismo o que no sea decidida por él sino que se le venga encima, cambiando así el "line up" y retando su poder, cuando esté más debilitado. Así las cosas.

luisvicenteleon@gmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario