domingo, 16 de octubre de 2011

María Corina asume el Capitalismo. Artículo de Emeterio Gómez

Deberá estar consciente del profundo fracaso moral del pensamiento racional

EMETERIO GÓMEZ

eluniversal.com

Por fin alguien asume -con firmeza y coraje- la defensa del Capitalismo. Frente a los partidarios de la Socialdemocracia, el Socialcristianismo, el Socialismo Democrático y la Economía Social de Mercado; ideologías todas ellas atascadas en el siglo XX... junto con todas las Terceras Vías; gente aterrada por la satanización del Capital; tipos valiosos, pero que eluden la defensa del Capitalismo, por más que, con la caída del Muro de Berlín y del Comunismo, a la Humanidad no le quede ningún otro "palo en el que ahorcarse"; frente a todo ello, María Corina -con osadía y dignidad- acaba de asumir la palabra execrada: el Capitalismo.

Esperemos que esta audaz mujer esté consciente de dos de los gravísimos problemas conceptuales que deberá afrontar. El menos grave de los dos: la carencia ¡¡en las entrañas del capital!!, de una dimensión ética. A no ser que aceptemos por tal la defensa que del Egoísmo hizo Adam Smith; su creencia ingenua en una Mano Invisible del Mercado que nos regiría moralmente con la misma lógica férrea de la Ley de la Gravedad. O peor aún: a no ser que asumamos como ética el rechazo lamentable de una brillante defensora del Capitalismo -Ayn Rand- al Altruismo o Amor al Prójimo; la condición más hermosa del Espíritu, la expresión Sagrada de lo Humano; nuestra conexión con lo Absoluto e Infinito, es decir, con Dios.

Es en ese estricto sentido espiritual que cabría, tal vez, a lo mejor, (¡digo yo!) diferenciar entre Capitalismo Popular y Capitalismo Solidario. Porque electoralmente aquél tiene -sin la menor duda- una gran pegada. El solo ofrecerle a la gente el chance de ser microempresarios, le dará a la Machado una gran ventaja. Pero ¡¡hay que estar claros!!, el Capitalismo Popular es tan solo un instrumento: electoral, político o mediático, "directo a tus sentidos", como dice una creativa cuña radial. María debería asumir -¡también!- la otra noción, la más profunda, el substrato intelectual de todo: el Capitalismo Solidario. ¡¡Válido por igual para el Popular y para el Transnacional!! Y no sólo la Solidaridad, sino la posibilidad de incrustar el Altruismo, la Compasión y la Bondad en las entrañas mismas del Capital. La señal nítida de que, de verdad, se está dispuesto a asumir el tema de los valores.

Todo lo cual nos conecta con el más serio de los dos gravísimos problemas ya enunciados. Porque el menos grave de ellos es, repito, las carencias éticas del Capital. El más grave, en cambio -el verdadero escollo que deberá afrontar María Corina- es la profunda crisis, la debacle moral que hoy vive la Civilización Occidental. No porque, como la rutina nos lleva a decir, "se estén perdiendo los valores", sino porque ¡¡nunca los tuvimos!! Porque ni la Filosofía (griega o moderna), ni el Cristianismo (católico o protestante), han logrado insuflarle al Ser Humano la dosis mínima de eticidad que se requiere para aspirar a ser humano.

Si María Corina pretende generar una plataforma política centrada en el Capitalismo y la Ética, deberá estar consciente del profundo fracaso moral del pensamiento racional; "de Platón a Foucault" (y ambos incluidos), como reza el subtítulo de un valioso libro, Temperamentos Filosóficos, de Peter Sloterdijk; que -por si alguna falta hacía- enfatiza dicho fracaso. María, como es obvio, no tiene que meterse a estudiar filosofía, ni tiene por qué saber exactamente cómo fue que Nietzsche, Wittgenstein, Heidegger, Ricoeur o Levinas demolieron los cimientos éticos, ¡¡y lógicos!!, de Occidente; pero si quiere hablar de valores en serio, deberá al menos asomarse a esa demolición.


gomezemeterio@gmail.com

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