No emitimos opiniones propias porque no queremos participar en el debate de campaña
LUIS VICENTE LEÓN
En Twitter: @luisvicenteleon
ElUniversal.com
La semana pasada planteamos que el mercado está dividido entre quienes piensan que la elección terminará cerrada y quienes creen que podría haber una ventaja amplia a favor de Chávez.
Explicamos los argumentos de cada grupo y no emitimos opiniones propias porque no queremos participar en el debate de campaña, aunque no deja de ser cómico que cuando presentamos análisis en nuestros eventos abiertos nos critican por influir en la política y cuando no presentamos nuestras investigaciones privadas, contractualmente protegidas, nos acusan de ocultar información.
En todo caso, ¿qué podría ocurrir el 7 de octubre?
1) Triunfo cerrado de Capriles: Es evidente que un resultado ajustado donde Capriles gana por pocos puntos implicará un retraso en la entrega de información por parte del CNE, toda vez que esa institución esperará instrucciones presidenciales antes de emitir boletín. Ese reconocimiento requerirá un análisis previo por parte del chavismo, que estará sorprendido y negado al resultado adverso. La historia ha dicho que Chávez ha aceptado sus derrotas pasadas (luego de los sesgos preelectorales), pero ninguna representó un riesgo de esta magnitud. Habrá divisiones internas en el chavismo, pero la variable central será la posición del sector militar. Si cumple su función institucional en democracia, el poder será entregado como corresponde. Pero si dentro del sector militar existen actores de control real que sientan que un cambio de gobierno representa un peligro grave para ellos, el tema puede complicarse, incluso si a Chávez le conviniera entregar el poder, y optar por un regreso a futuro, un escenario más restringido por su salud que por sus posibilidades políticas. Cualquier intento oficial de cumplir la amenaza que han hecho algunos voceros de no aceptar un cambio de gobierno, sería explosivo, con o sin apoyo militar, pues la oposición, representando en esta oportunidad una mayoría real y concreta, podría defenderse saliendo a la calle como manifestación natural y espontánea de un pueblo abusado, algo siempre impredecible, independientemente de quien detente el poder y las armas.
2) Triunfo cerrado de Chávez: Si el CNE determina esa diferencia rápidamente, el boletín saldrá temprano para dar a Chávez ganador, pero si la diferencia es muy pequeña y requieren esperar datos remotos, tomarán todo el tiempo que requieran, generando estrés en el ambiente. La experiencia opositora en el referéndum revocatorio no fue buena. No reconocer un triunfo amplio del chavismo fue un error y los dejó guindado de la brocha porque no era verdad y no tenían la fuerza real para sostener su punto, con lo cual sus liderazgos de la época quedaron demolidos. Pero una derrota cerrada ahora, que pudiera ser interpretada espontáneamente por la oposición como un fraude chavista, podría ser explosiva. El tamaño de la oposición de hoy es mucho más grande y no está ya coordinada por los partidos, instituciones fundamentales para garantizar el equilibrio democrático. Sólo si el contaje rápido de actas de la oposición coincide con el resultado del CNE el riesgo podría reducirse, si Capriles reconoce la derrota inmediatamente y asume el liderazgo opositor desde ese mismo momento hacia el futuro.
3) Triunfo cómodo de Chávez: En este escenario el problema no es el 7 de octubre, pues será evidente el resultado, lo emitirán rápidamente y no habrá cabida a confusiones ni estrategias de no reconocimiento. El problema será el futuro, ante una profundización de la revolución y una radicalización del proceso... pero de eso hablaremos en su oportunidad.
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