Gustavo Coronel
noticierodigital.com
Apreciado Pablo:
Eres un joven político venezolano con la simpatía del zuliano y una amplia sonrisa. Personalmente me caes bien. En este momento eres uno de los más fuertes pre-candidatos presidenciales de la oposición. De antemano te digo que, si ganas las primarias de la oposición, serás mi candidato y pondré todo mi empeño en trabajar para que ganes las elecciones presidenciales y podamos salir de la pesadilla del paracaidista inculto y corrupto que tiene 13 años destruyendo a Venezuela.
Por eso mismo, porque tienes oportunidad de salir victorioso, es que me preocupa un poco (bastante) tu estilo de campaña pre-primarias. Has dicho algunas cosas que no me suenan bien. Por ejemplo, hace escasos meses expresaste la intención de establecer una línea de acercamiento, de diálogo con Hugo Chávez, cuando un acercamiento con ese hampón sería complicidad. Espero que lo hayas olvidado, porque no es posible sentarse en la misma mesa con quien niega nuestros valores fundamentales.
En segundo lugar, hace un par de semanas dijiste que “prometías 500.000 empleos en tu primer año de gobierno”. En tercer lugar dijiste hace unos días que “asumirías personalmente la lucha contra la inseguridad”. En cuarto lugar, prometiste ser el “papá” de todos los venezolanos, que “no habrá represalias políticas contra los funcionarios del régimen”, que “se iba a recuperar a PDVSA”, que habrá “seguridad agroalimentaria”. Prometiste también que….. no ibas a prometer nada.
Después de recibir el importante apoyo de AD comentaste, con poca sensibilidad, que “Capriles ya había ido a pedir cacao a COPEI”. Eso no se dice, Pablo, ni aún cuando fuera cierto. Demuestra pequeñez y la nueva Venezuela, si es que va a existir algun día, no puede darse el lujo de perseverar en la pequeñez.
Mi apreciado Pablo. Habrás leído que el gran hampón Hugo Chávez dice que hay pre-candidatos de oposición “quienes se quieren parecer a él”. Él lo dice porque desea crear disensión entre ustedes, pero pudiera haber estado pensando en tí, al decirlo.
Es posible, porque todo lo que ha hecho ese gran hampón de la política venezolana ha sido prometer. Y, francamente, prometer lo que has estado prometiendo suena a populismo de pacotilla, suena a Chávez. No te vayas por este camino, Pablo.
Ganar mediante una utilización de la promesa incumplible, con la misma estrategia maldita que ha usado el hampón Hugo Chávez por trece años, es seguir metidos en el pantano. No queremos más de lo mismo. Venezuela tiene que empinarse por encima de la degradación actual. Lo que necesitamos es un liderazgo que nos conduzca fuera de esta letrina moral que ha creado Hugo Chávez.
Jóvenes como tú, Henrique, Leopoldo y María Corina tienen la madera y el talento para representar este nuevo liderazgo.
Vayan de frente, Pablo, escriban una página nueva, demuéstrenle al hemisferio que Venezuela puede salir adelante basada en el trabajo, en el esfuerzo, en la sensatez y la honestidad. No en la limosna, la promesa, la demagogia y la carencia de ética.
No entreguemos el alma para ganar una batalla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario